En las manos, la ejecución de la pincelada, se hace cada vez más suelta e indefinida en el desarrollo de su obra.
Las manos de la primera época son rotundas y van evolucionando hacia la esquematización, que resuelve magistralmente mediante pinceladas que no finalizan.
Refuerza el perímetro de las figuras y los interrumpe intencionalmente
para encontrar el contraste entre unas zonas y otras. Consigue este efecto pictórico mediante un método de sustracción. Modela la capa de preparación, de tonalidades pardo rojizas, y aplica una sucesión de veladuras que le permiten añadir o matizar la luz en las zonas que quiere destacar.